La verdad es que no somos libres porque tenemos miedo.
o se es libre y por lo tanto sincero con uno mismo
o se busca la comodidad y el autoengaño.
Solamente eligiendo lo primero se vive, eligiendo lo segundo, se dura.
La libertad no existe en esta sociedad. Solemos identificar la libertad con la capacidad de movimiento o de trabajar para quien se quiera o decir lo que queramos. Pero eso no es la libertad. La libertad es la capacidad de actuar conforme a nuestras necesidades y deseos. No las necesidades y deseos que nos quieren imponer desde la cultura y los medios de comunicación masiva, sino las necesidades y los deseos reales, aquellos determinados conscientemente por nosotros mismos, aquellos que nos definen como seres humanos.
. Una sociedad donde obligatoriamente tenés que trabajar para conseguir tus medios de vida no es libre, porque te obliga a renunciar a la administración autónoma de tu tiempo para invertirlo en un trabajo que no te gusta –al menos en la gran mayoría de los casos- y para producir cosas, muchas de las cuales el ser humano no necesita. Una sociedad donde constantemente te dicen qué hacer y boicotean cada oportunidad de pensamiento propio desde la familia, la escuela, los medios de comunicación y la cultura, no es una sociedad libre porque sólo aprendés a obedecer y no a decidir por vos mismo, aprendés a encajar en el grupo y no a ser un individuo genuino.
La libertad no es una cosa que alguien te puede dar o quitar, la libertad depende de cómo te relaciones con vos mismo y con el mundo. Vos podrás decir: “pero si me meten en una cárcel me sacan la libertad y cuando me sacan de la cárcel me la devuelven”. Eso es falso, lo que te hacen es limitar tu capacidad de movimiento y tus derechos civiles. Obvio que es preferible conservar ese mínimo de “libertad” que no tenerla, pero esa no es la verdadera libertad, porque en la sociedad externa a la cárcel también somos vigilados, medidos, monitoreados, y forzados a cumplir reglas que nosotros no hicimos (sino que otros hombres hicieron para el resto) pero nos compelen a acatar y nos impiden hacer las cosas que verdaderamente queremos y necesitamos.
Nuestra concepción de la libertad como cosa, como un bien o mercancía, es parte de nuestra falta de ella. Es mentira que un ser humano pueda ser “liberado” por otro. La libertad es una relación con vos mismo y con el mundo, y aunque alguien te pueda ayudar a hacerlo, la única persona que puede cambiar esa relación sos vos. Obviamente un individuo no puede autoliberarse por completo mientras los que tiene alrededor no lo hacen. Pero sí podés empezar a cambiar tu relación con vos mismo y con los demás, un poquito todos los días.
Como los individuos aislados no existen, ya que vivimos en sociedad y todo individuo es un ser social, un individuo sólo puede ser libre si los demás lo son. Por lo que el cambio de una sociedad autoritaria a una sociedad libre sólo puede partir del individuo, en el esfuerzo del individuo por cambiar su relación consigo mismo y con los demás. Y eso no tiene por qué empezar en un horizonte lejano, sino aquí y ahora.
No es una utopía. Es una necesidad impostergable.